Wednesday, August 23, 2006

 

basta

Ya basta, ya es suficiente.
Ya no puedo continuar así. No por más tiempo.
Mi cabeza va a estallar, mis ojos van a reventar.
Tengo que olvidarte, necesito olvidarte.
Y lo necesito cuanto antes.

Thursday, August 17, 2006

 

¿en qué estrella estarás?

¿Qué estarás pensando en estos momentos?
¿Te estarás riendo de esa manera tan escandalosa como solías hacer?
¿Estarás soñando despierto?
¿Pensando quizás en lo que vas a hacer esta noche de cena?
¿Te estarás rascando la cicatriz de tu rodilla derecha? (ha cambiado el tiempo y seguramente lo notarás en tu rodilla machacada)
¿Bostezando?
¿Peleándote con alguno de tus compañeros de trabajo?
¿Maldiciendo a tu jefe? (eso seguro)
¿Estarás escribiendo un diario con recuerdos de hace 6 años?
¿Enorgulleciéndote de la jugarreta que me hiciste?
O quizás... ¿pensando en ella?
¿Cogiendo su mano?
¿Escribiéndole un sms?
¿Comparándola conmigo?

Wednesday, August 16, 2006

 

¿recuerdas?

Esta mañana, al saltar el despertador, ha sonado una canción de Diego El Cigala que solía escuchar cuando me dejaste:
"En la vida hay amores que nunca pueden olvidarse,
imborrables momentos que siempre guarda el corazón.
Porque aquello que un dia nos hizo temblar de alegria
es mentira que hoy pueda olvidarse con un nuevo amor"
La canción me ha hecho estremecer. Es cierto que contigo temblé de alegría numerosas veces, y sé que tú también temblaste de alegría conmigo, por eso no puedo creer que hayas borrado, con otro amor, todos mis recuerdos.
Me gusta pensar que, al menos una vez al día, piensas en mí.
Pienso que piensas en mis manos sobre tu cuerpo, en mi risa, en mi olor (- Me gusta como hueles - ¿A qué huelo? - A ti), en mis preguntas tontas, en mis pies.
Así me engaño pensando que no todas esas cosas han caído en el saco roto del olvido.

Monday, August 14, 2006

 
Galicia se quema.
Hoy no he podido evitar acordarme de nuestro viaje a Galicia juntos, el año en el que un viejo barco vomitó alquitrán sobre sus costas.
De nuestra cara de felicidad al ver que estábamos arreglando algo que tenía la pinta de durar mucho (ilusa). De aquella foto tuya en el mirador de Finisterre, observando el mar, con la mirada perdida. No sé si entonces ya pensabas en ella más que en mí. Si era así, lo disimulabas muy bien. De las mariposas, siempre las mariposas, que volaban en mi tripa minutos antes de que mi tren llegase al andén para verte recogerme con tu cara de sueño.
Era mi momento de felicidad, nuestro pequeño momento de felicidad que sólo nosotros podíamos disfrutar y comprender, que sólo nosotros sabíamos a qué se debía, y que sólo nosotros podíamos hacer que se acabase, tal y como hicimos.
En aquel viaje me repetiste una y otra vez que tú no podrías vivir sin mí. Yo te sonreía, porque no era capaz de asimilar las palabras que nunca me habían dicho, las frases hechas que se dicen en las pelis tontas americanas y que sabes que no son verdad, pero que suenan de maravilla.
Después, cuando antepusiste tus genitales a tu corazón y te acostaste con media ciudad a mis espaldas, me confesaste que nunca habías vuelto a hacer un viaje tan bonito como aquel, no por el sitio (que también), sino por mi compañía.
Desde entonces ando vagando de ciudad en ciudad, de país en país. Queriendo encontrar la misma felicidad que tuve en ese viaje. Busco repetir las mismas sensaciones, los mismos sentimientos. Añoro las mariposas en el estómago y el dormir abrazada a tu barriga sobre nuestro colchón inflable. Añoro tus frases (mentiras) de película tonta americana.
Y soy incapaz de encontrar nada de eso, aunque me recorra los 5 continentes, aunque visite todas las ciudades que existen en la tierra, porque todos mis viajes son si ti.
Porque no estás tú.
No estás tú.
No estás tú...

Friday, August 11, 2006

 

tristura 2

También recuerdo la primera vez que te vi, y de cómo pensé "qué chico más feo", antes de enamorarme de ti.
Recuerdo que tú llevabas una camisa de cuadros horrible y 2 tallas más grandes de la cuenta. Yo llevaba un jersey de lana bonito, aunque 2 tallas más pequeñas de la cuenta, que me dejaba los riñones al aire (nunca te lo dije, pero no volví a ponerme nunca más ese jersey, aunque aún lo guardo en un cajón) por donde se colaba el aire frio de un mes de diciembre cualquiera en tu ciudad.
Y todo mi cuerpo temblaba, aún no sé si por el frío o por tu roce.
Fuiste la historia de amor más bonita que jamás viví, aunque tú no lo sepas.
Fuiste los nervios de la primera cita, la sorpresa del primer beso, la emoción del primer encuentro, el temblor de piernas del primer paseo, la lágrima de la primera despedida, la sonrisa del primer reencuentro, la confianza del primer amor de verdad.
Fuiste la palabra de aliento en un día gris, el hombro en el que derramar una lágrima fugaz, la mano a la que agarrarme al andar, el beso en el momento oportuno, la sonrisa en un instante de angustia, la luz en una noche oscura, la manta en el día en el que el frio me calaba los huesos.
Lo fuiste todo, y fuiste mucho más que eso.
Porque lo fuiste sin dejar de ser TÚ.

Thursday, August 10, 2006

 

tristura

Hace bastantes días que no sueño contigo.
Noto que los recuerdos que tengo de ti empiezan a borrarse en mi cabeza, aunque hay cosas que en la vida podré olvidar: Como tu cara el día que me fuiste a recoger al aeropuerto después de habernos llevado 2 años sin vernos. Tu cara de "te vas a enterar", de "voy a volver a destrozarte el corazón y no te vas ni a dar cuenta, ya verás que divertido".
Aquel fin de semana en tu ciudad hacía un sol castigador, y tú y yo paseamos nuestro absurdo idilio por sus calles. Íbamos andando por alguna de las avenidas contaminadas de coches y cacas de perro. Tú ibas hablando de tonterías, dándome algún master en uno de tus temas absurdos favoritos. No te dabas cuenta, pero yo iba detrás de ti, recogiendo los trozos de mi corazón que se iban cayendo al suelo durante todo el trayecto. A cada paso que daba, un trocito nuevo caía, una nueva ilusión se desmonoraba, uno de los castillo que con tanto mimo había contruido en el aire, se deshacía...
Cuando entramos en tu casa yo tenía agujetas en el corazón, tal era la cantidad de trozos que había tenido que remendar. Había olvidado recolocar el último y tú te encargaste de ponerlo en su sitio con una de tus blancas sonrisas. Por momentos fui tan feliz que si me hubiesen dado la peor noticia en aquel momento, no me hubiese importado. Porque la peor noticia llegó sólo unos minutos después, cuando entendí perfectamente que no te volvería a ver en lo que me queda de vida. Tú tenías guardada en la manga una de tus perfectas excusas, yo no pude más que tragarme mi orgullo y mis lágrimas y volver a entrar sola por la puerta de embarque, sin mirar atrás para no ver que tú no me estabas mirando a mí, sino a alguna de las azafatas de Iberia que andaban por allí.
Desde entonces miro atrás tantas veces al día que a ratos pienso que me estoy volviendo loca.

Wednesday, August 09, 2006

 

celos

A veces siento celos de ella.
De sus enfados porque él no quiera salir, de sus mosqueos porque él no sepa improvisar, ni sepa hacer algo sin haberlo planeado anteriormente.
Celos de sus orgasmos fingidos, de su cara de asco al olerle el sobaco, de saborear el repugnante sabor de su boca por la mañana.
Celos de tener que pagar la cena a medias porque él no tiene dinero, de tener que poner cara de "qué rico está" el día que él ha cocinado cuando es evidente que está asqueroso, de tener que limpiar las pelusas que se forman debajo de su cama porque hace 6 años que no barre.
Celos de ver cómo se escribe sms con sus "amigas", de la cara que se le queda a ella cuando él dice que va a salir, y no dice con quién ni a dónde.
Celos de comprobar que es un cobarde, que nunca te defendería ante un malhechor y que preferiría salir corriendo para salvarse el culo antes que no dejar que a ella le pasase algo malo.
Celos celos celos celos. De ella y del aire que él respira.

Tuesday, August 08, 2006

 
Vale, no tengo remedio. Lo sé, lo reconozco, lo asumo e intento enmendarme.
Es patético que después de tantos años yo siga colgada de tu recuerdo. Antes de que me pasase esto a mí, siempre había encontrado de risa esas mujeres que vivían locas por hombres que le habían puteado la vida y se la habían hecho imposible. Y ahora voy yo y me pasa lo mismo contigo.
Definitivamente, es patético. Soy patética. Tú también eres patético y no te das cuenta, eso es aún peor.
Vale, tampoco sé cómo coño funciona el contador este. Total, para averiguar que nadie me lee...


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Monday, August 07, 2006

 

Poco a poco

Cada día me acuerdo menos de ti. Esto no signifique que haya dejado de pensarte, simplemente que lo hago menos veces al día.
La vida son ciclos, los dos lo sabemos muy bien.
Tú has estado presente en varios ciclos de mi vida, yo también he estado presente en varios ciclos de la tuya. Fueron unos ciclos bonitos... mientras duraron.
Yo me he propuesto, firmemente, que este que estoy viviendo ahora sea el último ciclo de mi vida en el que aparezcas tú. Estoy deseando que el círculo se cierre, de que el ciclo se acabe, para que desaparezcas de una vez por todas y no tenga que gastar más horas al día en no pensar en ti.
Deseando que suene ese último "clic" y note que no estás presente en ningún aspecto de mi vida.
Noto perfectamente que el ciclo se está acabando. En cuanto se cierre del todo voy a echar el candado más grande de mi vida, jamás voy a cometer el error de dejar esa puerta entreabierta, pues sé que te colarás en el momento más inesperado (cuando ella te deje) para volver a incordiar con tus canciones de amor, con tus frases colocadas a la perfección en el sitio correcto, en el momento adecuado. Con tus miradas y tus mentiras que siempre me creeré.

Eres la piedra en la que siempre acabo tropezando.
La sombra a la que siempre me acabo arrimando.
El agua del río que siempre acaba sonando.
Y por eso te odio.

Friday, August 04, 2006

 

verdades

Sé que fui la mujer de su vida, aunque suene estúpido y engreído (para algo es ese mi nick).
Él mismo me lo confesó una vez, y no es una idea tan descabellada. Él también fue el hombre de mi vida, no me importa reconocerlo porque es la verdad.
Anteriormente a él estuve enamorada de otros hombres, es cierto, pero él fue el primero en muchas cosas, y eso marca. También yo fui la primera vez para él en muchas cosas.
Sé que lo que tuvo conmigo no lo tendrá con sus otras novias, por mucho que se empeñe. También sé que ninguna de ellas lo querrá como le quise yo. Por mucho que le quieran, por muy enamoradas que estén de él. Nunca le profesarán un amor como el mío, de eso estoy 100% segura.

Thursday, August 03, 2006

 
Lo curioso es que, si alguna vez, por algún motivo, nuestras vidas volvieran a cruzarse y él quisiese volver conmigo (ya lo intentó una vez), mi respuesta sería NO.
No creo que las infidelidades se deban perdonar. Bueno, depende por supuesto de las circunstancias, yo nunca había sido cornuda (quizás sí pero no me enteré), y sí lo he sido alguna vez (incluso a él le fui infiel en alguna ocasión). La cuestión no es que alguien te sea infiel, sino que después intente ocultarlo, le descubras, vuelva a intentar mentirte, y después acabe siendo tan evidente que no sepa ni dónde meterse.
Yo siempre fui totalmente clara y transparente con él; él no supo más que decir mentiras por esa boca sucia, una detrás de otra, mentiras que eran creíbles al principio, pero que después no había por dónde cogerlas.
Lo más triste es sentirte engañada con la persona con la que habías soñado pasar el resto de tus días. Y que esa persona se ría de ti en tu puñetera cara.

Wednesday, August 02, 2006

 

sorpresas

Tú, que creías saberlo todo. ¿A que no sabías esto? ¿A que te sorprende? Que yo, después de tantos años, siga ocupando una pequeña parte de mi día en pensar en ti, y en plasmar esos pensamientos en este diario que nadie lee.
Estoy segura de que no te los esperabas, porque siempre he sabido fingir muy bien. También fingí los orgasmos contigo y nunca lo sospechaste. Eras un buen amante en todos los demás aspectos, pero en la cama eras un desastre.
Me gusta fingir ante tí, y mentirte con historias maravillosas que creo en mi cabeza y que son fáciles de creer para ti.
Así tú crees que yo soy feliz con mi vida sin ti, mientras sé que tú no lo eres (tú mismo me lo has confesado). Así tú crees que nunca te me pasas por la cabeza, que nunca tengo ganas de llamarte, que nunca leo tu blog, que nunca sueño contigo, que nunca me pongo nerviosa cuando tengo que viajar a tu ciudad por motivos de trabajo, que nunca me apetece verte y tomarme un capuccino contigo.
Te miento, y tú me crees.
El problema es que también me miento a mí misma, pero yo no me lo creo.

Tuesday, August 01, 2006

 
No entiendo a las personas que dejan de querer a otras personas de la noche a la mañana. A mí nunca me pasó eso. Un día me dijo que me quería y que no podía vivir sin mí. A los 3 días, me dejó. Ya nunca le volví a ver. A veces intento imaginar qué se le pasó por la cabeza y no logro entenderlo.

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